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Resumen
Para arribar a un correcto diagnóstico audiológico en neonatos e infantes, se cuenta con una amplia gama de estudios que proveen toda la información necesaria y buscada.
Dentro de la batería de tests audiológicos las pruebas electrofisiológicas ocupan una parte relevante.
El registro de los Potenciales Evocados Auditivos de Tronco Encefálico (B.E.R.A.) es la prueba solicitada ante la sospecha de pérdida auditiva. El estudio de mediana latencia conocido como Slow Negative Ten (SN10) provee información específica de frecuencia donde el BERA no es registrado con confiabilidad. Los Potenciales Evocados de Estado Estable Multifrecuenciales (PEEEM), constituyen uno de los tests más recientes y por ello se está ganando en experiencia, siendo un estudio promisorio que permite valorizar frecuencias específicas en forma eficiente.
El diagnóstico temprano constituye la primera fase del tratamiento, porque su pronóstico mejora cuanto más tempranamente se establezca una estrategia terapéutica.
Las pérdidas auditivas, incluida la sordera profunda, son entidades tratables; pero los resultados del tratamiento dependen de diagnosticar la patología lo más precozmente posible. Una alteración auditiva no detectada ni tratada a tiempo trae aparejada severas consecuencias para el desarrollo del habla y el lenguaje y por ende la evolución mental y social del niño.
Sin programas específicos de detección, el diagnóstico audiológico se realiza en torno a los tres años de edad, lo que supone ya un importante retraso al momento de iniciar los tratamientos correspondientes.
Con esta técnica es posible examinar la actividad neural desde los órganos terminales periféricos hasta las estructuras corticales encargadas de la audición.
Son varias las pruebas que se realizan, cada una de ellas específicas en relación a la región de estudio y nivel de información:
Electrococleografía: permite evaluar funcionamiento de la cóclea.
Microfónicas Cocleares: Complementa la batería de estudios para descartar neuropatía/dis-sincronía auditiva.
Potencial Evocado de Tronco Encefálico (BERA) con búsqueda de umbrales auditivos: Permite evaluar funcionamiento y patología de la vía auditiva valorizar desarrollo y patología del Tronco Encefálico. Búsqueda de umbrales auditivos y selección de Prótesis Auditivas
SN 10 (Slow Negative Ten) con tonos frecuenciales: Es un estudio que demostró ser confiable en la evaluación auditiva de los lactantes, permitiendo trabajar las frecuencias medias y graves con estímulos tonales de 500, 1000, 2000 y 4000 Hz obteniendo umbrales eléctricos dentro de los 10 dB de los umbrales de comportamiento.
Potenciales Evocados Auditivos de Estado Estable Multifrecuenciales (ASSRM): Testea múltiples frecuencias en ambos oídos en forma simultánea, reduce considerablemente el tiempo de ejecución del estudio.
Permite determinar tipo de pérdida auditiva; determinar grado de pérdida auditiva y determinar configuración de la pérdida auditiva.
Potenciales Cognitivos: P300, MMN
Los trazados obtenidos son respuesta de corteza que reflejan el procesamiento central con diferencias muy sutiles provocadas por el estimulo que las elicitó.
Dentro de las utilidades se destacan:
El estudio de la memoria sensorial auditiva, que puede ser utilizada en niños con disturbios del lenguaje.
El estudio de la percepción del habla, que depende de la respuesta neuronal para el cambio de los estímulos.
El estudio de la discriminación de pequeñas diferencias acústicas, la inhabilidad caracteriza a quienes presentan disturbios en el aprendizaje.
El estudio de niños cuya comunicación se ve comprometida o perjudicada.
El estudio de niños con déficit de atención e hiperactividad.
El estudio de la discriminación en pacientes con implante coclear.
Los potenciales evocados auditivos endógenos se convierten en una valiosa herramienta de diagnóstico e investigación para la valoración de las habilidades auditivas de memoria sensorial y discriminación sobre todo en niños.
Conclusiones
Un número importante de bebés corren el riesgo de adquirir una pérdida auditiva debido a complicaciones pre o perinatales, antecedentes familiares o factores que se producen a edad temprana.
Se pueden diagnosticar pérdidas auditivas permanentes que van desde leves hasta profundas en aproximadamente 1 a 3 de cada 1000 nacidos vivos y en 1 de cada 50 neonatos que poseen factores de riesgo o requieren estar en unidades de cuidado intensivo.
La gran variedad de estudios objetivos y electrofisiológicos con los que cuenta la audiología permite en la actualidad valorizar cuanto y como oímos, lo que es una tarea muy compleja, pero no imposible.
A través de la audición es posible monitorear los eventos ambientales y por sobre todo permite registrar el procesamiento de eventos acústicos como el habla, tornando posible la comunicación como expresión del pensamiento.
PROFESOR UNIVERSITARIO
DOCTOR EN FONOAUDIOLOGÍA
DIRECTOR DE LA CARRERA DE FONOAUDIOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD DEL MUSEO SOCIAL ARGENTINO UMSA