En nuestro país nacen entre 2000 y 3500 niños por año con cuadros de sordera severas o profundas bilaterales.

Actualmente, el promedio de edad de los diagnósticos de sordera congénita se realiza cuando el niño tiene dos años. 
Sin embargo, resulta de gran importancia establecer un diagnóstico precoz pues está comprobado que para optimizar los resultados y lograr una eficaz adquisición del lenguaje es fundamental detectar el cuadro entre los tres y seis meses de vida y comenzar la intervención inmediatamente.

“Una vez realizado el diagnóstico, es posible poner a disposición de la persona que sufre esta discapacidad, una gran cantidad de elementos con los que cuenta actualmente la ciencia y que son capaces de mejorar la capacidad auditiva de un paciente hasta límites antes inimaginables”.

La primera opción debe ser la estimulación acústica con audífono. Desde la detección temprana de la hipoacusia, la estimulación con audífono demostrará si el niño desarrolla sus abilidaddes del habla y el lenguaje. Si la evolución no fuese favorable se debe realizar una implante coclear.

El dispositivo denominado ¨Implante Coclear¨ permite a niños y adultos con hipoacusia experimentar la audición e iniciar el proceso del lenguaje. En Argentina, los dispositivos son otorgados por la ley de discapacidad. El paciente con discapacidad auditiva, además de tener derecho al implante coclear, también puede elegir el centro y el cirujano de su hijo o de sí mismo.

La F. D. A. Americana autoriza el Implante coclear desde los 12 meses de vida. El riesgo anestésico aumenta cuando menor del año sea el niño. Hasta la actualidad no se ha demostrado que los resultados de niños implantados antes del año sean mejores que el de aquellos que lo recibieran entre los 12 y 18 meses.